martes, 20 de noviembre de 2012

Un par de cosas

Me rondan un par de cosas que no quiero dejar de mencionar:

-          “Si no molestas cuando dices algo, es que no has dicho nada” Esa frase la comentó un tal Risto en Tv en un programa en el que apareció para dar a conocer un libro que ha escrito y que según comenta, no se pone el como ejemplo, sino que pone como ejemplo una serie de personas y empresas de éxito y va desgranando como a base de molestar van consiguiendo enriquecerse.

Comentó algo interesante: el éxito no tienen por qué tener una relación directa con enriquecerse. El éxito es algo muy personal. Sin embargo consideraba que había que molestar para tener éxito (en el sentido de enriquecerse). No sé si lo considera el único ingrediente, el molestar, o simplemente un ingrediente necesario.

En cualquier caso me hizo gracia que tuviera muy presente la frase antes citada, que no era de él, ya dijo de quien era, pero no recuerdo el nombre, la frase es la mencionada al principio: ” Si hablas y nadie se molesta, es que no has dicho nada”.

 

-          No hace tanto leí que por muy mal que te vaya en la vida siempre habrá alguien que te envidie por alguna razón que a ti se te escapa y se alegre de que te vaya mal o no haga nada para que te vaya mejor, porque siente envidia y con ello  rabia hacia ti.

¡Qué cosa!

Sí, estoy convencida, somos envidiosos. Siempre vemos en el otro algo que nos gustaría para nosotros. A veces incluso podemos envidiar cosas contradictorias: la juventud de alguien que es más joven que nosotros, la madurez en alguien que es mayor que nosotros. Podemos llegar a envidiar la juventud de una persona y la madurez de otra. Podemos llegar a envidiar lo locatibilis y desinhibida que es una persona y lo sensata que es otra. Podemos envidiar lo desahogada y cómodamente que vive alguien y los números y malabares que tiene que hacer otra para llegar a fin de mes y como se las ingenia para conseguirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario