viernes, 14 de diciembre de 2012

Psicólogos, psiquiatras y otros enfermos

Es el título de un libro cómico con el cual me reí un montón. Ya de por sí el título me hace gracia.

Por otro lado, tengo una cierta prevención hacia los psicólogos y psiquiatras. De hecho lo puse de manifiesto en un momento clave de nuestras vidas. Nos ocurrió algo que nos cambió la vida de la noche a la mañana. No quiero entrar en detalles porque no soy la única implicada y en ese caso supongo que tampoco me apetecería entrar. No soy la protagonista, pero cambió mi vida también.

Ante el impactante hecho, dijeron que necesitábamos ayuda psiquiátrica. Me negué. La ayuda, en principio no era para mí, era para el protagonista. Me respondió la médico en cuestión, que bueno, si me negaba, de momento, que no acudiera a psiquiatría, pero que íbamos a necesitarla tarde o temprano. Han pasado casi 7 años de aquel volver a nacer y no hemos necesitado psiquiatra alguno. Hemos conseguido hacer frente a la situación, viendo que el vaso está medio lleno, no medio vacío. Dándonos cuenta de que tenemos muchas razones para estar alegres y muchas cosas que no tienen precio.

Las teníamos antes de ocurrir lo que ocurrió. En cualquier caso, podía haber sido peor, mucho peor… Cuando pierdes algo es frustrante, cuando te das cuenta que era mucho más lo que podías haber perdido, tienes muchas razones para estar contento dentro de la tragedia.

Estaba con el tema de los psiquiatras y psicólogos. Me parece estupendo que haya gente que acuda a ellos cuando se sienta necesitado de su ayuda. En principio, creo que los psicólogos son menos peligrosos.

Por muy malo que sea el psicólogo, por muy mal diagnóstico que haga, no recurrirá a la utilización de fármacos.

Recuerdo a un chaval travieso, estresado por una situación familiar bastante rota, que tenía tendencia a meter la pata. Con alguna de sus meteduras de pata consiguió enervar y rozar el orgullo de algún profesor que no estaba por la labor de que dañaran su autoestima… acabó acudiendo al psiquiatra, le diagnosticaron esquizofrenia, y aquel chaval inquieto y sensible un tanto mete patas y atolondrado, tomó un aspecto que daba miedo, pena verlo. Tal vez padecía esa enfermedad, tal vez el diagnóstico estuvo bien hecho, tal vez el tratamiento fue el adecuado.

Su aspecto después de tener el diagnóstico y recibir el tratamiento era lamentable

Simplemente, un ejemplo que se me acaba de ocurrir.

Y lo cierto es que si ciencias que no tendrían por qué ser tan sumamente controvertidas como lo es la economía, nos lleva a donde nos lleva.

Una ciencia que se supone que sigue una cierta lógica, cuyos parámetros deberían poder estar controlados…. Si esta ciencia o los que la practican nos llevan a donde nos llevan… ¿nos vamos a fiar de la psiquiatría?

Si dentro de la medicina convencional se cometen tantos errores... Hoy me comentaba un vecino que su hijo estuvo acudiendo al médico durante 6 meses, días sí y día también. La médico que les atendía, les decía que estaban obsesionados con el hijo. Acabaron pidiendo que les cambiaran de médico. Acudieron al nuevo médico, le miró al chaval y lo envió a urgencias… tenía diabetes y estaba con unos niveles máximos, le pusieron insulina y…

A lo que voy es que si algo tan fácil de comprobar como la diabetes, según la médico era una obsesión de los padres por la salud del hijo…. La psiquiatría… ¡puff!

Me viene ahora a la mente un familiar que murió hace unos años víctima de un tumor en la cabeza y tenía diagnosticada una depresión. El médico que le trataba le animaba a conducir, él no se atrevía porque decía que no conseguía ver bien, lo achacaban a la depresión. Acababa creyéndoselo hasta él. Tuvo que perder el conocimiento, caerse… para que le hicieran un escáner y comprobaran que tenía un tumor, no una depresión.

No quiero ser despectiva con ninguna profesión en concreto, todas tienen lo suyo. Todo el tiempo se oye hablar mal de políticos, banqueros, economistas, jueces, funcionarios en general, periodistas, hombres de negocios, trabajadores que se cogen la baja, gente que trabaja en negro… cada uno en su negocio y en su trabajo sabrá lo que hace…

Y si los economistas, políticos y banqueros han conseguido que estemos arruinados entre otras cosas….

Con las cosas de comer no se juega, pero con las cosas de pensar, de sentir, de percibir, de querer, de poder… con esas cosas habría que tener especial cuidado.

Y sí, considero que los psiquiatras tienen su peligro. Los psicólogos muy malos tienen que ser para hacerlo mal, pero hay que tener cuidado, saber que no tienen todo el conocimiento del mundo, que no lo saben todo.

De hecho, ahora está muy de moda la autoestima, está muy de moda entre los psicólogos el pregonar el amor a uno mismo, el quererse.

He llegado a ver publicada en una entrevista no hace tanto las declaraciones de un psicólogo de prestigio que decía que para ser feliz había que preocuparse menos de la autoestima y preocuparse más de los de alrededor.

Hay muchas teorías, teorías que se contradicen y a eso hay que unir los conocimientos, la empatía que pueda tener quien se supone que va a ayudarte.

Otro asunto que llama la atención es que tanto psiquiatras como psicólogos van siempre a atender a las víctimas. En algún caso les ayudaran a sufrir menos, a salir adelante, pero no oigo que vayan a tratar el comportamiento de los psicópatas que han producido tanto sufrimiento, ellos sí sufren una alteración del comportamiento.

La farmacología y tratamientos que utilizan los psiquiatras debería utilizarse en los que producen el sufrimiento, no en las víctimas.

Y cuando digo los que producen el sufrimiento me vuelve otra vez a la mente el chaval diagnosticado de esquizofrenia. No me refiero cuando digo: “los que producen el sufrimiento”, a gente que simplemente es inquieta y que puede resultar inoportuna en algún momento.

….

Todas las ciencias tienen sus fallos, todos los científicos conocen parcialmente la ciencia de la cual son expertos.

 Con las cosas de comer no se juega, con las cosas de pensar, menos.

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