Por otro lado, tengo una cierta
prevención hacia los psicólogos y psiquiatras. De hecho lo puse de manifiesto
en un momento clave de nuestras vidas. Nos ocurrió algo que nos cambió la vida
de la noche a la mañana. No quiero entrar en detalles porque no soy la única
implicada y en ese caso supongo que tampoco me apetecería entrar. No soy la
protagonista, pero cambió mi vida también.
Ante el impactante hecho, dijeron
que necesitábamos ayuda psiquiátrica. Me negué. La ayuda, en principio no era
para mí, era para el protagonista. Me respondió la médico en cuestión, que
bueno, si me negaba, de momento, que no acudiera a psiquiatría, pero que íbamos
a necesitarla tarde o temprano. Han pasado casi 7 años de aquel volver a nacer
y no hemos necesitado psiquiatra alguno. Hemos conseguido hacer frente a la situación,
viendo que el vaso está medio lleno, no medio vacío. Dándonos cuenta de que
tenemos muchas razones para estar alegres y muchas cosas que no tienen precio.
Las teníamos antes de ocurrir lo
que ocurrió. En cualquier caso, podía haber sido peor, mucho peor… Cuando
pierdes algo es frustrante, cuando te das cuenta que era mucho más lo que podías
haber perdido, tienes muchas razones para estar contento dentro de la tragedia.
Estaba con el tema de los
psiquiatras y psicólogos. Me parece estupendo que haya gente que acuda a ellos
cuando se sienta necesitado de su ayuda. En principio, creo que los psicólogos
son menos peligrosos.
Por muy malo que sea el
psicólogo, por muy mal diagnóstico que haga, no recurrirá a la utilización de
fármacos.
Recuerdo a un chaval travieso,
estresado por una situación familiar bastante rota, que tenía tendencia a meter
la pata. Con alguna de sus meteduras de pata consiguió enervar y rozar el
orgullo de algún profesor que no estaba por la labor de que dañaran su autoestima…
acabó acudiendo al psiquiatra, le diagnosticaron esquizofrenia, y aquel chaval
inquieto y sensible un tanto mete patas y atolondrado, tomó un aspecto que daba
miedo, pena verlo. Tal vez padecía esa enfermedad, tal vez el diagnóstico
estuvo bien hecho, tal vez el tratamiento fue el adecuado.
Su aspecto después de tener el
diagnóstico y recibir el tratamiento era lamentable
Simplemente, un ejemplo que se me
acaba de ocurrir.
Y lo cierto es que si ciencias
que no tendrían por qué ser tan sumamente controvertidas como lo es la
economía, nos lleva a donde nos lleva.
Una ciencia que se supone que
sigue una cierta lógica, cuyos parámetros deberían poder estar controlados…. Si
esta ciencia o los que la practican nos llevan a donde nos llevan… ¿nos vamos a
fiar de la psiquiatría?
Si dentro de la medicina
convencional se cometen tantos errores... Hoy me comentaba un vecino que su
hijo estuvo acudiendo al médico durante 6 meses, días sí y día también. La médico
que les atendía, les decía que estaban obsesionados con el hijo. Acabaron pidiendo
que les cambiaran de médico. Acudieron al nuevo médico, le miró al chaval y lo
envió a urgencias… tenía diabetes y estaba con unos niveles máximos, le
pusieron insulina y…
A lo que voy es que si algo tan
fácil de comprobar como la diabetes, según la médico era una obsesión de los
padres por la salud del hijo…. La psiquiatría… ¡puff!
Me viene ahora a la mente un
familiar que murió hace unos años víctima de un tumor en la cabeza y tenía
diagnosticada una depresión. El médico que le trataba le animaba a conducir, él
no se atrevía porque decía que no conseguía ver bien, lo achacaban a la
depresión. Acababa creyéndoselo hasta él. Tuvo que perder el conocimiento, caerse…
para que le hicieran un escáner y comprobaran que tenía un tumor, no una
depresión.
No quiero ser despectiva con
ninguna profesión en concreto, todas tienen lo suyo. Todo el tiempo se oye
hablar mal de políticos, banqueros, economistas, jueces, funcionarios en
general, periodistas, hombres de negocios, trabajadores que se cogen la baja,
gente que trabaja en negro… cada uno en su negocio y en su trabajo sabrá lo que
hace…
Y si los economistas, políticos y
banqueros han conseguido que estemos arruinados entre otras cosas….
Con las cosas de comer no se
juega, pero con las cosas de pensar, de sentir, de percibir, de querer, de
poder… con esas cosas habría que tener especial cuidado.
Y sí, considero que los
psiquiatras tienen su peligro. Los psicólogos muy malos tienen que ser para
hacerlo mal, pero hay que tener cuidado, saber que no tienen todo el
conocimiento del mundo, que no lo saben todo.
De hecho, ahora está muy de moda
la autoestima, está muy de moda entre los psicólogos el pregonar el amor a uno
mismo, el quererse.
He llegado a ver publicada en una
entrevista no hace tanto las declaraciones de un psicólogo de prestigio que
decía que para ser feliz había que preocuparse menos de la autoestima y preocuparse
más de los de alrededor.
Hay muchas teorías, teorías que
se contradicen y a eso hay que unir los conocimientos, la empatía que pueda
tener quien se supone que va a ayudarte.
Otro asunto que llama la atención
es que tanto psiquiatras como psicólogos van siempre a atender a las víctimas.
En algún caso les ayudaran a sufrir menos, a salir adelante, pero no oigo que
vayan a tratar el comportamiento de los psicópatas que han producido tanto
sufrimiento, ellos sí sufren una alteración del comportamiento.
La farmacología y tratamientos
que utilizan los psiquiatras debería utilizarse en los que producen el
sufrimiento, no en las víctimas.
Y cuando digo los que producen el
sufrimiento me vuelve otra vez a la mente el chaval diagnosticado de
esquizofrenia. No me refiero cuando digo: “los que producen el sufrimiento”, a
gente que simplemente es inquieta y que puede resultar inoportuna en algún
momento.
….
Todas las ciencias tienen sus
fallos, todos los científicos conocen parcialmente la ciencia de la cual son
expertos.
Con las cosas de comer no se juega, con las
cosas de pensar, menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario