Algunas son muy personales y no voy a publicarlas aquí y ahora. Sin embargo hay varias cosas que en estos momentos me están contrariando bastante.
Ganas tenía yo de que se
terminaran estas fiestas tan empalagosas.
Ya está. Hoy es el último día. El día de Reyes.
Ya vimos ayer la cabalgata, como
está mandado, en primera fila. Escuchamos el pregón del Rey Melchor desde la
ventana del Ayuntamiento. Estuvimos esperando a que salieran del Ayuntamientos y
se montaran en sus carruajes. Les saludamos conforme pasaban… Seguimos después
a las carrozas hasta una plaza donde se pararon para que los niños pudieran ir
subiendo a hablar con ellos. Había muchísima gente. Estuvimos un rato
contemplando las carrozas y lanzaron caramelos que no llegaban hasta donde
nosotros estábamos, cogimos dos caramelos, menos es nada. Veíamos como mi
sobrina iba a montarse en la carroza desde lejos. Al final no consiguió hablar
con su Majestad.
Por cierto, que no deja de
sorprenderme, su Rey es Melchor, a Gaspar le saluda pero Baltasar es poco para
ella, no se digna ni a saludarle. Yo alucino. Intento hacer memoria de si yo a
su edad tenía tanta tontería y creo que sí. Había gente que me producía un
cierto rechazo. La vida te hace comprender que no hay porque sentir desprecio
por nadie simplemente por su aspecto.
Con los Reyes Magos siempre he
tenido una cierta contradicción porque por el nombre me gusta Melchor, pero el
que más me gusta es el negro. O sea que
les cambio el nombre. Va y resulta que mi sobrina es racista, ¡ya se le pasará!
¡Espero! ¡Seguro!
El caso es que estoy mosqueada
porque una vez que se han acabado estas dichosas fiestas, estaba pensando en
quitar dentro de un rato el misterio y el árbol. He dicho a la mañana, ¿por qué
no? Voy a fotografiar mi incomprendido árbol (que he oído incluso carcajadas al
verlo) y lo voy a publicar. Lo fotografío, paso las fotos al ordenador, intento
añadirlo a la entrada pronavideña que había publicado y no hay forma. ¡No
entiendo!
Veo que hay una pestaña para
poder mandar comentarios a google, pero esperaré unos días a ver si sigue
igual. Me ha dejado ponerlo como fotografía del blog, pero ahí no se va a
quedar mucho tiempo, porque no. Un árbol de Navidad como foto del blog, ¡con
las ganas que tengo de olvidarme de estas fechas tan sumamente organizadas!
Hay más asuntos que me rondan la
cabeza y me mosquean relacionados con los blogs. He entrado hoy en “la crisis
sistémica”, hacía días que no entraba. Miro los comentarios y veo que detrás de
los comentarios hay un montón de enlaces a temas de medio ambiente. No tiene
nada que ver el tema de ese blog con el medio ambiente. Me he quedado bastante
perpleja. No sé si habrá puesto los enlaces el autor o bien le ha pasado como a
mí con las fotos que no puedo ponerla, y a él alguien le ha metido esos enlaces
ahí. Me ha mosqueado también porque aunque el medio ambiente es un tema que
interesa a mucha gente y que está muy de actualidad, yo he comentado alguna vez
en su blog y últimamente en el blog de Celia suelo tocar temas de reciclaje y
cosas así y … no entiendo qué pintan esos enlaces en el blog de
Insignificantius. Me parece muy raro.
Por otro lado sé que hay gente
que controla todos los temas de blogger y de internet muchísimo más que yo. Sé
que mi ordenador tiene audio y tiene salida de audio. Suelo tener, a no ser que
vaya a escuchar algo, el audio apagado porque a veces estoy en el ordenador mientras
mi marido duerme y no quiero molestarle. Pero la salida de audio, no sé, a
veces por comentarios creo que o bien cuando entro en un blog o bien cuando tengo el ordenador encendido hay
gente capaz de escuchar lo que hablamos. He tocado lo que considero que es la
salida de audio hacia el exterior y espero que nadie que yo no quiera escuche
ni vea lo que hago aquí.
Escribo lo que considero que
puedo escribir, no me meto con nadie, pero quiero hacerlo desde el anonimato.
Veo que cuando entro en algún
blog sale mi IP, supongo que en otros entro y aunque yo no la vea, el
interesado la verá si quiere. También veo que en algún blog se publica desde
donde se está entrando… Es una información que bueno, ahí está, pero que me
estén escuchando lo que hablo sin saber quién ni cuando prefiero evitarlo.
En cualquier caso con internet
siempre hay alguien que nos lleva la delantera. Es como estar en casa con la
puerta abierta de par en par, a veces da esa impresión, o peor.
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