En internet y fuera de internet
hay mucha, muchísima información, es inabarcable. Hay información que cuando la
buscas la encuentras, una duda que tengas concreta sobre algo.
Hay mucha gente que vierte su
opinión, sus pensamientos, sus ideas, sus fotos, sus pinturas, sus
manualidades, sus pareceres…. Es inabarcable, no tenemos vida para tanta
información.
El colmo, o lo gracioso, o lo
triste y lamentable es que gran parte de la información que recibimos por uno y
otro lado, gran parte de la información que podemos encontrar sobre cualquier
tema es mentira. No sé qué porcentaje de información se ajustará a la real. Muy
poca, me temo. A veces me da la impresión de que se miente incluso cuando dicen
el tiempo que ha hecho en un determinado sitio. Sí, últimamente incluso he
tenido la impresión de que en previsiones y en temperaturas se minimiza cuando
hace frío o hace mal tiempo en un lugar que tiene como valor añadido el buen
tiempo que disfruta gran parte del año.
Mentiras y medias verdades es lo
que podemos encontrar en todo el maremágnum de información de cualquier tipo
que encontramos en cualquier sitio.
Últimamente las noticias son
surrealistas, no pega una cosa con otra, ya nos estamos acostumbrando. Nos
rendimos, no hacemos caso y punto. Nos lo tomamos a risa o dejamos de “informarnos”.
Cuando estableces una “relación”
con alguien a través de las redes, dicen que se dicen muchas mentiras. Por de
pronto, hay mucha gente que no damos la cara. Sin embargo, eso significa que
somos más falsos y menos reales que los que ponen su fotografía. Yo no la pongo,
he llegado a poner la fotografía de alguien que todo el mundo sabe que no soy
yo.
Hablo de lo que me parece, no
cuento mi vida. Lo que digo lo pienso o lo siento. No digo todo lo que pienso y
siento.
Sin embargo, fuera de las redes,
cuando tienes a gente de carne y hueso delante de ti, cuando puedes verles, oír
lo que dicen, como se mueven, como hablan…. ¿te puedes fiar? ¡Já! No
hay más que ver la cantidad de gente que ha sido timada y estafada por gente
con la que ha podido hablar directamente, no a través de la red.
No hay más que ver la cantidad de
gente, no es poca, que se divorcia antes del primer año de matrimonio. ¿Se han
casado a través de la red?
La gente engaña en la red. Hay
gente que quiere ser engañada a través de la red y a través de cualquier medio.
Hay gente que es engañada y hay gente que busca que le engañen. Todos queremos
engañarnos. Tenemos que engañarnos. El primer engaño que queremos creernos es
que somos importantes, y no, no lo somos. Todos somos exasperadamente
prescindibles. Podemos ser imprescindibles para poquita gente, para uno, tres…
Al final somos imprescindibles para quien es imprescindible para nosotros. Una
vez que somos adultos, los niños son punto y aparte en este sentido, nos
resulta imprescindible la gente para los que lo somos.
Si sabemos que alguien nos
necesita, que somos importantes para esa persona, que aunque no seamos
imprescindibles podemos conseguir que esa persona se sienta bien, mejor con
nosotros, que sin nosotros, en ese momento esa persona consigue que nos
sintamos importantes, que dejemos de pensar que no somos nadie, y eso nos hace
que esa persona resulte imprescindible para nosotros. ¡Justo lo que
necesitamos! ¡Sentirnos importantes, sentirnos imprescindibles!
Después viene quien vive de “cara
a la galería”, que no se conforma con ser importante para una, dos, tres
personas… que necesita sentirse admirado por vecinos, amigos, público en
general. Gente a la que le importa lo que le importa.
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