sábado, 24 de noviembre de 2012

Listillos

No estamos para chistes. Mañana son las elecciones en Cataluña. Sinsentido tras sinsentido. Artur Mas ha pasado todos los límites y ahora encima está en la prensa como que tiene dinero cuyo destino era CIU conseguido de mala manera, a su nombre, fuera de España. Bien cubiertas las espaldas. ¡Ahí os quedáis! Puede ser. No sabemos si saldrá la verdad a la luz, ni cuando. No es verdad que aquí los políticos pueden hacer lo que les dé la gana, que nunca pasa nada. Ha habido políticos que han chupado cárcel. No sé si alguno no está todavía entre rejas.   No tengo claro, creo que no, que incluso los que han estado en la cárcel hayan devuelto lo que habían robado. No sólo han estado en la cárcel por robar, por ejemplo Urralburu, también han estado en la cárcel algunos ministros por el caso gal. Pagaron unos y otros no. Pero fueron juzgados y fueron a la cárcel. Ha llovido mucho desde entonces y, sí, es cierto, tal y como dijo no hace mucho alguien que acababa de estrenar un cargo importante, que “las leyes están para violarlas”.

Cualquiera que haya vivido un mínimo sabe como se funciona en muchos sitios. No es extraño que los políticos o los que están en el poder consideren que las leyes están para violarlas.

También hay que decir que las leyes, en muchos casos, violan los derechos de la gente. O sea que tenemos leyes, se supone que para cumplirlas, para saber a qué atenernos, para que todos seamos medidos por el mismo rasero, para que no haya discriminación… y en muchos casos esas leyes violan los derechos más elementales de las personas.

Una vez hechas unas leyes que benefician a los que se considera que conviene beneficiar, los que las hacen y su corte las violan.

Mucha gente las viola porque algunas están hechas, tal y como apuntó ese individuo de cuyo nombre no me acuerdo, para violarlas. No se ponen los medios para que se cumplan.

Aparte de esto si te mueves por cualquier sitio, si hablas con cualquiera verás como se las ingenia la gente para saltarse todo a la torera.

Hubo una temporada, en que la gente presumía de haber dejado algo a medio pagar. Recuerdo que siendo veinteañera escuchaba al padre de una amiga presumir de que había dejado de pagar el último plazo de una vajilla. Optaba por la opción págalo en X veces y pagaba todas menos la última. Era una anécdota que causaba hilaridad entre quienes le escuchaban. No sabía ni donde meterme. No tenía necesidad de comprar lo que había comprado, era una pijotada, no servía más que para tener una titada más. No tenía necesidad de no pagarlo, no era algo excesivamente valioso, podía terminar de pagarlo sin ningún problema, no tenía por qué privarse de nada para terminar de pagar lo que había comprado. Pero lo contaba, como ¡ fíjate tú si he sido listo!.

Mientras, sabía de una empresa en la que trabajaba alguien a quien estimo bastante, es familia política mía y habían tenido que cerrar la empresa porque la gente no les pagaba todo lo que les debía. Lo que vendían tampoco eran artículos de primera necesidad.

Entiendo que alguien no pueda pagar un alquiler y no lo pague, que no pueda pagar una hipoteca y…… ¡auténticas películas de terror!

Pero que haya empresas que vendan artículos, que si no son de lujo, al menos son superfluos y tengan que cerrar el negocio porque la gente no los paga.

Y que seas testigo de que alguien de tu entorno, una persona bien agradable, amable, con sentido del humor … cuente como una gracia que no ha terminado de pagar un objeto que no necesita para nada, pudiendo pagarlo. Encima lo contaba presumiendo delante de sus futuros consuegros, los cuales estaban encantados de oír semejante anécdota.

Bueno, pues un grano de arena, entre millones.

Saltarse las leyes, saltarse la palabra dada, creerse más listo por haber engañado a alguien… no es raro.

Cualquiera puede empezar a soltar por esa boquita y llenamos internet. ¿Cuánta capacidad tiene internet?

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