domingo, 2 de diciembre de 2012

¿No lo has leído?

He leído muchos libros, muchos apuntes. Habré leído el 0,00000…..1% de lo que se ha escrito. Hay libros que ha leído mucha gente, gente a la que le gusta leer, que no he leído.

Me gustaba leer, me encantaba. Leía por las noches, en la cama antes de dormirme, al final con un ojo abierto y otro cerrado. Me despertaba, y antes de levantarme, leía un poco más porque estaba absorbida por la historia, apuraba los últimos minutos antes de levantarme, no durmiendo, sino leyendo un poco más.  Tenía entonces 9 ó 10 años. Me encantaba leer libros en los que los protagonistas eran gente de mi edad. Me leía un libro de 100 páginas en dos noches. Los guardaba, los releía, buscaba el capítulo o la anécdota que más me había  gustado y volvía a leerla. Me gustaban sobre todo los diálogos, cuando los protagonistas hablaban.

A parte de los libros de aventuras, me gustaban los libros de cuentos, que te llevaban a mundos inexistentes y ocurrían cosas irreales, pero tenían su lógica, su entramado, su desenlace. Los había bien buenos.

De niña leía mucho, me encantaba leer.

Siendo adolescente, la literatura era una de mis asignaturas favoritas. Nos hicieron leer algún libro que no estaba mal. Pero me gustaba que me explicaran la vida del escritor, las costumbres de la época, la técnica que utilizaba para escribir, la historia de su vida, sus filias y sus fobias, sus amigos y sus enemigos…. De qué iba cada uno de sus libros, porqué y cuando lo escribió. Me gustaba mucho la literatura, pero han sido escasos los libros de estos grandes autores que siquiera he empezado a leer. Sé de qué van, porqué se escribieron, más o menos cuando, cómo era el autor…, el mensaje de su obra, la repercusión que tuvo.

Durante años he oído que “hay que leer”. Quien no lee, que se calle.

La “traga libros” que era de niña, cuando llegó a la adolescencia, tuvo la suerte de leer algún libro interesante, bien bueno. Pero tropecé con algunos infumables y  con otros que decías, bueno… No conseguí que ninguno me absorbiera.

He leído libros, claro, relacionados con mi carrera y profesión según el momento.

Reconozco que ha habido libros, que aun siendo mayor, me han abierto los ojos, me han hecho tomar conciencia de que ocurren cosas en el mundo a las que somos ajenos, al menos yo lo era hasta no haberlos leído.

También hay otros, muy comerciales, de humor, que me han hecho pasar muy buenos ratos. Me he reído a gusto, con recopilaciones de monólogos que se habían emitido por tv.

Los libros que he leído a partir de la niñez han sido escasos, algunos interesantes. Sin embargo, incluso los que he leído enteros y me han aportado algo, no recuerdo el autor, el título. Recuerdo algún pequeño detalle, lo que me haya abierto los ojos. Uno en concreto, que hablaba sobre la vida en el desierto de una mujer. Sé que es muy famoso, pero no recuerdo el título. La protagonista es famosa también. Ha hecho mucho por las mujeres que han nacido en entornos parecidos al suyo. Pero, poco más o menos, ahí me quedo: Tema interesante, merece la pena haberlo leído, es un libro a tener en cuenta, ¿Título? ¿Nombre del autor?

En una ocasión, a un lector exagerado, se lo ha leído todo, conoce títulos, autores, se ha leído todo lo conocido. Le pregunté, ¿tanto te divierte leer esos libros? ¿Has sido capaz de leerte todo esto?¿Te lo pasas bien con todos ellos? La respuesta fue que muchos los había leído para no tener que decir en ningún momento que no conocía ese libro.

Habrá mucha gente que disfrute con la lectura, estoy convencida de que hay muchos libros que merece la pena leer y que te abrirán la mente, pero también creo o sé que hay mucha gente que se ve presionada a leer. El haber leído tal o cual libro te supone más credibilidad, más saber que eres una persona con la que se puede hablar.

Conozco gente que se lee todo lo leíble y que personalmente, ante los palos que da la vida, desde mi punto de vista, tienen una reacción que deja bastante que desear. Son gente que lee, creo yo, porque hay que leer.

Se habla mucho ahora de la gente que se compra tal coche para fardar, también hay gente que lee para fardar.

Lo mismo que considero que hay mucha gente que necesita coche o al menos que le facilita mucho la vida por diversos motivos, hay otra mucha gente que según en que entorno se mueva y si no tiene ningún problema de movilidad, no necesita coche para nada. Sin embargo es rara la casa en la que no hay como mínimo un coche, y por supuesto, en muchas, de una categoría muy superior a la necesaria. Objetivo: fardar.

Al igual que los coches son necesarios en muchos casos, el leer libros, el abrirse los ojos es importante. Pero mucha gente no usa apenas el coche o para lo que lo utiliza podría prescindir de él. Con la lectura pasa lo mismo, hay libros que pueden servir de mucho, pero muchos otros la gente los leer para fardar y ni tan siquiera se divierten al leerlos, además de que tampoco se enteran mucho del mensaje, no les cala. Y se comportan en muchos casos, después de pasarse la vida leyendo, como si no supieran lo que es un sentimiento, como si no supieran lo que es la vida.

Hay gente, por ejemplo, muy leída, que lo siento, pero he comprobado que no siempre significa muy instruida. Me da igual que sepan cual es la comida típica del país más desconocido, si sienten desprecio por alguien que no sale guapo por televisión y comenta que no entiende como sacan a fulanita con lo fea que es.

Tanto leer para sacar esas conclusiones.

Vale, soy un zoquete, en cuanto a cultura se refiere. Porque calcular necesidades hídricas, por ejemplo, tampoco te hacen estar mucho en el mundo, ni enterarte de donde vienes ni a donde vas. Además que todas estas cosas técnicas, van cambiando y si no estás en el ajo, ya no se calculan así.
 

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